¡Esta vida es impredecible!

Cuando crees que más o menos tienes controlado lo que sientes, que hay temas que ya están zanjados, que hay ilusiones que ya permanecen bajo llave...¡zas! Pasa algo que te vuelve del revés.
Con mi novio...sin grandes cambios. A pesar de que anoche hablamos lo sucedido en la cena de su cumpleaños...tenemos visiones muy diferentes al respecto, para él la noche fue ideal, para mí su presencia fue un estorbo e incomodidad...para él todo ha sido una pataleta mía por no haberle explicado antes como me sentía...para mí nada de eso, para mí ha sido una demostración más y una certeza de que somos muy diferentes y que nuestros amigos también lo son, aunque esto sea lo de menos, porque yo no tengo que vivir con su gente ni él con la mía. A mí lo que verdaderamente me ralla es el haberme dado cuenta de que ya estoy totalmente segura que quiero acabar con lo nuestro, que necesito vivir, disfrutar, jugar, reír hasta que me duela el cuerpo, hacer de lo imposible posibles, hacer tonterías, lo que sea...pero no quiero ser la novia de un tío que se pasa la cena de su cumpleaños hablando de móviles o política, no quiero caras de asco cuando quiero divertirme, no quiero conversaciones totalmente racionales un viernes por la noche. Llamadme inmadura, quizás lo sea, pero quiero y necesito sentirme como una chica de 23 años con vitalidad y no con la vida resuelta porque tengo un novio con dos carreras, que se pasa media vida trabajando y la otra estudiando, que su ideal de diversión es ir a tomar algo en plan tranquilo y después si se tercia ir a follar...¿dónde se quedaron los amaneceres y el ir a ver estrellas por sorpresa?
Mi chico misterioso está celosillo al saber el tonteo que me he traído con el mejor amigo de mi novio...es normal, a mí también me pasaría si fuese al contrario. Podría no explicarle nada, pero nuestra amistad empezó siendo totalmente sincera (al menos por mi parte y quiero creer que por la suya también) y quiero que siga siendo así, que si me quiere sea con mis defectos y virtudes, que cuando le vea no tenga porque ocultarle nada. Es curioso como a pesar de todo...le siento ahí, le quiero ahí, le necesito ahí, ahí cada noche para hablar, para compartir, para sonreír, para ponernos a mil, con la ilusión de que algún día podamos hacer todo esto cara a cara y con una sonrisa bien amplia.
Y ya para acabar de liarla...anoche el que fue mi eterno amante me dijo lo siguiente:
- - Tú sigue cogiendo experiencias y cosas para cuando me case contigo que tengas las cosas claras.
- - No hablas en serio, que si lo hicieses...
- - Solo el tiempo dirá lo en serio que hablo.
Veamos, corazón, no puedes venirme de repente con lo que me ha costado "olvidarte" y soltarme una cosa así, no puedes crear ilusiones donde costó tanto cerrarlas...No puedes y lo haces, y lo peor de todo es que te dejo y una parte de mí se vuelve a hacer ilusiones, pero pequeñitas, porque en parte sé que no me convienes a ese nivel que tú auguras.
Pero esto no es todo, también tenemos a otro chico, un chico con el que tengo una cita pendiente, una cita que pretendía ser solo una quedada entre dos amigos que se llevan bien y que toman un café juntos. De repente se ha convertido en una proposición indecente. Lo peor quizás es que estoy dispuesta a aceptar, que quiero hacerlo, a menos que ocurra algo inesperado que dé un giro a mi mundo y me lo impida.
Así están las cosas, mi corazón y mi cabeza...
0 comentarios