Poquito a poco...

  Varios días sin escribir, por problemas con el ordenador no por falta de ganas en absoluto.

Han pasado los días y novedades hay muchas o pocas, según se mire.

Con mi novio las cosas siguen más o menos igual, poquito a poco se va rompiendo nuestra historia. La ausencia de besos, abrazos e ilusiones nos está haciendo mella, ya no existe conversación entre los dos sin tensiones o ironía, ya no hay más que el puro compromiso lo que hace que sigamos "unidos". Y en ocasiones estoy muy enfadada con él, en otras me asalta la culpabilidad de no querer arreglar las cosas. Me siento culpable por mostrarme tan fría, él no afloja, espera que lo haga yo, y yo no quiero hacerlo por miedo que él vuelva a sentir que lo nuestro va bien, porque serían falsas esperanzas. Lo nuestro está roto, mi amor hacia él al menos, y tan solo estoy esperando que acabe exámenes para hablarlo.

 

Mi chico misterioso en cambio me sigue dando motivos para sonreír día a día, para preocuparme por su vida y contarle qué es de la mía. Existe entre los dos una unión que se forja de ilusiones y de muchísima comunicación, justamente lo que me falta con mi novio. Cada día que pasa ansío con más fuerza que llegue el día en que le pueda ver, en que le pueda abrazar, compartir no solo el tiempo sino también el espacio juntos. Es él el que se lleva de mí lo que tengo y lo que soy, no se lo regalo sino que ambos apostamos por vivir el momento y nos lo estamos jugando pese a la distancia. Me sigue sorprendiendo que cada minuto hablando con él sea un motivo más para quererle, para quererle como alguien que está entre la amistad y algo que es mejor no definir por ahora.