No todo vuelve a su cauce...

Cuando algunas cosas vuelven a su cauce...otras parece que lo están perdiendo...y es que así es la vida...y seguramente esa sea su gracia.

 El de siempre vuelve a estar así, como siempre. Vuelve a estar pendiente, a abrir ventanitas del Msn, vuelve a hacer comentarios chorras que me "pican" en el fotolog, vuelve a llamar diciéndome que me necesita, vuelve a estar por mi casa como si fuese la suya (que en parte lo es), vuelve a interesarse por mis cosas y a hacerme partícipe de las suyas. Y yo vuelvo a estar contenta con nuestra amistad, vuelvo a sentir que es como no debería de haber dejado de ser nunca, a pesar de sentir que no me acabo de confiar...que guardo cierto recelo al miedo que se vuelva a alejar...me ando con más ojo quizás. Por cierto, que tenemos prevista una escapadita la semana que viene, nos vamos "los de siempre" con la pareja del de siempre, vamos a desconectar, a sentir que el mundo es nuestro simplemente porque lo compartimos juntos, vamos dispuestos a vivir nuestras aventurillas (inevitables siempre que nos escapamos juntos), vamos a vivir una experiencia más juntos, de esas que nos encantan y que cuando recordamos...¡¡nos ayudan a echar unas risas porque anécdotas...siempre mil!!

El que fue mi amante eterno tiene problemas con su pareja, bueno, si es que a estas alturas es aún su pareja...porque las últimas noticias que tengo hacen referencia a un corazón roto. Me fastidia que lo pase mal, me fastidia que no le sepan valorar, me fastidia no poder estar con él en días así, me fastidia que no supiese ver en su momento lo que le ofrecía de mí. Estamos locos, damos nuestro corazón a quien no se lo merece y se lo restringimos a quienes han luchado por él...y así lo hizo él, y así lo suelo hacer también yo, y así lo hacen la mayoría...

 Mi novio está raro, ¿debe haberse dado cuenta de algo y  no me lo quiere explicar? Si descubre este blog puedo empezar a llamarlo Ex...He estado pensando mucho sobre qué está pasando y...la conclusión es que cada día tengo menos ilusiones puestas en lo nuestro, cada día me apetece menos seguir intentándolo, cada día me cuesta más ponerle buena cara...y a veces, cuando estamos hablando me digo "Ahora, nena, dile que necesitas hablar con él, dile que ya no sientes lo mismo, que crees que no estás enamorada y que no te ilusiona lo vuestro. Dile que no puedes seguir así y que quieres dejarlo" y...cuando estoy a punto de soltárselo...algo me echa hacia atrás. Me da pena acabar con una historia que me costó 4 años conseguirla, me da pena haber roto en 9 meses lo que me costó 4 años de intentos. He dicho 9 meses y quizás lo estropee todo a los 4 meses, cuando empezaron a haber las primeras fisuras en nuestra relación, cuando dejé que entrasen en mi vida y en mi cama otros...

Al final tendré que aceptar que el de siempre tenía razón al decir "Desde el primer día de relación decías estar enamoradíiiiiiiiiiiisima de él, de un chico al que había oído nombrar dos veces en los últimos años a pesar de que lleváseis hablando cuatro años, y enamorada no estabas", es posible que al principio fuese tal la ilusión que me precipitase, que no valorase que en realidad él, el que empezó a ser mi novio ese día, había sido ideal cuatro años atrás pero ya no tenía el enganche que entonces sí, yo había cambiado. ¿Y ahora qué hago? ¿Sigo esperando? ¿Esperar a qué? No lo sé ni yo, sin embargo empiezo a sentir que en cualquier momento explotaré y se lo explicaré todo, porque yo no pretendía hacer esto, porque yo no quería hacer daño a nadie y menos a él, y en parte así no sé vivir...

Mi chico misterioso, tiene miedo, miedo a lo que pueda pasar y a lo que de hecho está pasando, y es normal...si me da miedo hasta a mí que supuestamente tengo Currículum en esto...En realidad no creo que nos hagamos daño con esto, creo que lo tenemos muy hablado, que en cualquier momento él puede conocer a una chica y me parecerá correcto que se vaya con ella, diferente sería que él me hubiese prometido algo que más tarde no cumpliese, pero aquí no hay promesas, solo hay ciertas ilusiones que pueden darse o no pero que no nos comprometen a nada.